Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

La gloria de Dios en medio nuestro°


El Señor levanta al profeta Zacarías en un momento cuando la gente necesita nuevos ánimos. La gente trabajaba en la reconstrucción del Templo de Jerusalén, y por causa de la oposición, y la preocupación por otras cosas, el trabajo se había detenido. El templo debe ser concluido, pero para esto la gente necesita un sentido de propósito.

Zacarías 2:1-13 Llamamiento a los cautivos (VRV1960). Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. 

Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová. Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió. 

Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti. Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha levantado de su santa morada.

Jerusalén está atravesando una hora difícil en el momento en que Zacarías da esta palabra. Junto con Hageo, Zacarías se dedica a dar un mensaje de esperanza de parte de Dios para el pueblo. El retorno de los judíos dispersados por el mundo fue de a poco y más por un acto de fe. No creamos que los judíos estaban deseosos de volver a Jerusalén. Después de que Nabucodonosor se los lleva al Exilio han pasado 70 años y casi no tenían ganas de ir de nuevo a Israel.

Estas decisiones que tomarían iban a afectar todo su futuro y el de sus hijos. Esto es como cuando tenemos que tomar decisiones para empezar algo nuevo, en que no sabemos si lo que haremos podrá tener buen fin o solo nos arruinará más. 

Los judíos vivían estas tensiones como las que vivimos nosotros al tomar una decisión. ¿Será que tomamos decisiones que en lugar de animarnos nos lleven a una frustración? Y es que ninguna decisión en la vida tiene un poco de garantía, siempre serán inciertas. Lo importante que debemos de tener es que esas decisiones van acompañadas por la Palabra de Dios. Y aún cuando una decisión sea animada por la luz de la Palabra no tiene garantías humanas de que eso va a funcionar. Muchas veces tomamos decisiones amparadas en la Palabra y siempre vamos a sentir como hay algo incierto en esto, y es porque muchas de las decisiones van a reorganizar nuestra vida. 

Así pasó con Abraham que estaba allí con todo ya establecido y con la Palabra que le dice que salga y vaya a un lugar nuevo siente como la incertidumbre le acompaña. Dios le dice a Abraham que salga porque le dará descendencia pero no le dice cuándo ni le da el destino correcto, en cambio, Dios le manda una Promesa pero también una incertidumbre en cuanto al cuándo y al cómo, pero Abraham aún así sale en obediencia sabiendo que allí estaba lo que Dios le decía. Lo malo es que cuando sale en lugar de tener certezas tiene dudas; Sara más estéril y él envejeciendo. Por eso es muy complicado tomar decisiones a las que Dios nos convoca y no ver señales que nos animen a caminar en obediencia en esa Palabra sino solo realidades contrarias a esa Palabra. Dios promete descendencia pero Abraham está cada vez más viejo.

Dios les está diciendo por medio de Zacarías el llamado profético: ¡Salgan, salgan! porque les tiene un lugar mejor, pero no era muy fácil creer porque no se podía saber si era Dios quien llamaba o era solo una voz de un humano. No es fácil dejar lo seguro para embarcarse a lo inseguro. Tenemos a Moisés, con cuarenta años ya casado y de repente se le aparece Dios para convocarlo a una misión que no era fácil. Moisés debía de abandonar lo que tenía y enfrentarse a Faraón, por eso ponía excusas.

Es complicado creer la Palabra cuando nuestros ojos humanos contemplan nuestro entorno y que en lugar de tener factores que nos animen solo vemos cosas que nos desaniman. Al regresar Moisés a Egipto para hacer el llamado, los primeros que se oponen son los propios Israelitas, que ya estaban acostumbrados a 400 años de esclavitud y que no creen que Dios ha llamado a Moisés.

Lo más complicado es creer en una Palabra que en vez de alumbrarme más el camino me lo complique más, pero es allí donde entran los hombres y mujeres de fe que creen a pesar de lo difícil del panorama. No es fácil para Israel volver si en esa tierra hay enemigos, adversidades y complicaciones. Muchos se desaniman por esto porque cuando la Palabra llega a su vida no se esperaban que la vida se iba a complicar y por esta razón desisten del llamado divino y empiezan a caminar bajo sus propios deseos.

Zacarías quiere animar a los Israelitas a que asuman el proyecto de Dios para su vida, sin embargo, este reinicio tiene retos que asumir.

Zacarías 2,1-2. Alcé la vista, ¡y vi ante mí un hombre que tenía en la mano un cordel de medir!  Le pregunté: «¿A dónde vas?» Y él me respondió: «Voy a medir a Jerusalén. Quiero ver cuánto mide de ancho y cuánto de largo.»

Medir un terreno es sinónimo de que alguien va a comprar un terreno. Por eso en estos dos versículos Dios está diciendo que quiere iniciar su proyecto. Y es que la iniciativa de volver no es de Zacarías ni nadie solo de Dios. Reconstruir Jerusalén no es la iniciativa de un humano sino la iniciativa gloriosa de Dios. Este es el problema de muchas iglesias que se quedan pasivas porque no quieren arriesgarse a creer en la Palabra que los lanza a los nuevos retos de Dios. La razón que nos impulsa a nosotros como iglesia a trabajar de manera quizá un poco extenuante es porque hemos recibido un llamado de llevar la salvación de Dios. 

Ni siquiera hacemos las cosas porque queremos crecer sino porque queremos llevar el mensaje de Dios a donde sea y a quien sea; así arriesgamos la vida, así gastamos todo lo que tenemos porque queremos que el Reino de Dios crezca en la vida. Nuestra alegría es que las jovencitas que están en la montaña puedan vivir un tiempo de gloria con Dios, aunque implica trabajo e inversión y muchísima fe, más nos aferramos al llamado divino porque es la única garantía de que Dios nos sacará adelante en todo.

No es fácil predicar el Evangelio porque asume riesgos. Predicar el Evangelio no es un método de atraer gente sino participar con Dios en su propósito redentor en la vida. No será fácil porque el reino de las tinieblas trabajará también por detener el poder de Dios, allí es donde deben de entrar los siervos de Dios que se convierten en guerreros para luchar contra todo lo que quiere detener el propósito de Dios. Debemos de pasar del plano religioso que se queda allí pasivo con miedo a lo que Dios quiere y llegar al plano de lucha con Dios para cumplir su propósito.

La Palabra “salgan” quizá implica compromisos que la gente no quiere. Las personas quieren llegar a la iglesia como se llega a un cine y no quieren cargarse de nada, pero, o somos iglesia, o no somos nada. Porque si no hay un compromiso de enfrentar el reino de las tinieblas ¿qué somos entonces? En este país las iglesias han perdido su llamado y solo son espacios de relax para agradar a las personas. ¡No hemos sido llamados a esto! Hemos sido llamados a vivir con él pero también a sufrir con él. ¿Qué satisfacción podemos tener cuando muramos? Solo la de saber que hemos vivido para hacer aquello que Dios nos mandó, aunque nos implicó muchos esfuerzos.

Zacarías y le dijo: «Corre a decirle a ese joven: »“Tanta gente habrá en Jerusalén, y tanto ganado, que Jerusalén llegará a ser una ciudad sin muros. En torno suyo —afirma el  Señor  — seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria.

Esto era inconcebible para las ciudades, porque una ciudad sin muro significa quedar vulnerables a todo ataque enemigo. Una ciudad sin muros es renunciar a confiar en nosotros mismos, es reconocer que no está en nosotros la victoria. Por eso dice el versículo 5 que él mismo será su muro. Para entender esto del muro vamos a Éxodo 13:20

Los israelitas partieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto.  De día, el  Señor  iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche.  Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.

Éxodo 14:10. El faraón iba acercándose. Cuando los israelitas se fijaron y vieron a los egipcios pisándoles los talones, sintieron mucho miedo y clamaron al  Señor.

Es complicado que hemos recibido una Palabra pero que también se aproxime el enemigo, da miedo. Miedo porque sabemos que no hay manera humana de enfrentar al Faraón con todo lo que viene pero dice la Palabra en Éxodo 20,19: Entonces el ángel de Dios, que marchaba al frente del ejército israelita, se dio vuelta y fue a situarse detrás de éste. Lo mismo sucedió con la columna de nube, que dejó su puesto de vanguardia y se desplazó hacia la retaguardia,  quedando entre los egipcios y los israelitas. Durante toda la noche, la nube fue oscuridad para unos y luz para otros, así que en toda esa noche no pudieron acercarse los unos a los otros.

Necesitamos pensar en la gloria de Dios, en que nuestra vida es la gloria de Dios prometida a los que han decidido obedecer su palabra. Los que decidan poner su vida al servicio del llamado quizá no van a entender muchas cosas, pero irán experimentando poco a poco una victoria basados en la gloria de Dios. La clave de la victoria es meternos con la gloria de Dios. Quizá en términos humanos somos pequeños y vulnerables para enfrentarnos a los nuevos retos pero si la gloria de Dios camina al rededor nuestro es lo único que necesitamos para derrotar a los enemigos.

No hay que pensar en las capacidades humanas es cosa de pensar en lo que Dios quiere hacer con nosotros. Los reinicios en la vida son los que nacen de la Palabra de Dios, no de los planes sino solo de la Palabra, estos tienen garantía de futuro. Pero si andamos pensando en levantar nuestros propios muros debemos de saber que los humanos tienen fuerza para derribar cualquier muro humano, pero dice Zacarías 4:6. Así que el ángel me dijo: «Ésta es la palabra del  Señor  para Zorobabel: »“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el  Señor Todopoderoso—.
El que inició la buena obra la terminará. Si la nube de Dios nos llamó, él nos llevará a la victoria. Zacarías 2:7. La nación que toca a mi pueblo, me toca la niña de los ojos.

Es muy similar a la situación de las personas que se sienten desanimadas con la vida. Viven la vida pero no con el mismo vigor de antes. Trabajan, se esfuerzan, estudian, pero no tiene ánimos para seguir adelante. Se ha terminado el vigor para la vida, y así, la vida no tiene sentido.

Es necesario un cambio de actitud para renovar el sentido de propósito en la vida que viene de la siguiente manera:

1. Cuando comprendo lo que significo para Dios (v. 8b) Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. Algo significativo es algo importante o de valor. El Señor es claro al decir que usted es tan importante para él que lo protege como a la niña de sus ojos.

Dice Isaías 49:15 “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.” Su vida tendrá un sentido diferente cuando comprenda que Dios no se ha olvidado de usted. Usted es importante para Dios.

2. Cuando comprendo lo que valgo para Dios (v. 5,9) Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió.

El valor que asignamos a algo o alguien determina el grado de importancia que le damos. Por lo tanto, lo protegemos con el mismo cuidado. Usted es tan valioso para Dios que le protege como con un muro de fuego y alza su mano en contra de los que lo quieren dañar.

Ilustrar con el ejemplo de Juan 10:7 en donde Jesús dice que él es la puerta. En otras palabras, Jesús se pone como un portón para cuidar su vida. Si alguien quiere dañarle a usted, primero tiene que vérselas con Jesús. Dice Éxodo 19:5 que somos su especial tesoro. Y Romanos 8:32 dice que Dios “no vaciló al entregar a su hijo por nosotros" (La Biblia al Día). Su vida tendrá propósito cuando comprenda que usted vale mucho para Dios.

3. Cuando comprendo el deseo de Dios para mi vida (v. 10) No hay cosa más gratificante que una vida feliz. La verdadera felicidad viene de dentro hacia fuera. Por eso el Señor Jesús dijo “del corazón que cree en mí brotarán ríos de agua viva” (Juan 7:37 Dios Habla Hoy).

El deseo de Dios es tu felicidad, tanto que en Mateo 5:4 dice que los que están tristes continuamente son los privilegiados recipientes del favor divino, pues ellos serán favorecidos en el cambio de situación (Traducción personal). Tu vida tendrá propósito cuando comprendas que Dios desea solamente tu felicidad. Por eso dice el v. 10 “canta y alégrate.”

4. Cuando comprendo el tamaño de la bendición que Dios tiene para mí (v. 4) Bendición es recibir de parte de Dios el bienestar y la prosperidad. El v.4 ilustra el tamaño de la bendición que Dios nos quiere dar: tan grande que no hay muros que la puedan contener. Por eso entendemos que la bendición de Dios es integral, es decir, en todas las áreas de nuestra vida: espiritual, física, material, y financiera (3 Juan 2)

Es importante entender que la prosperidad que viene de Dios la tenemos cuando mantenemos un contacto permanente con la Palabra de Dios. Josué 1:8 dice “nunca se apartará de tu boca (es confesar la palabra) este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él (tener presente la palabra), para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”

Su vida tendrá propósito cuando comprenda que Dios solamente desea bendecirle y que sea prosperado. Para esto, usted debe volverse a Dios con todo el corazón, porque donde esté su tesoro, allí estará su corazón (Mateo 6:21).

5. Cuando comprendo lo que Dios quiere hacer por medio de mi (v. 4,11) Los vs. 4 y 11 muestran que muchas personas serán impactadas por medio de su vida. Este impacto puede ser negativo o positivo.

Dios no solamente lo quiere bendecir a usted, sino desea que sea un instrumento de bendición. Dice Génesis 12:3 que “serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Y Malaquías 4:12 dice que “todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable.”

Sin embargo, cuando usted comprende que Dios solamente desea su bendición, felicidad, y prosperidad, su actitud hacia las otras personas también cambiará. Su vida tendrá un propósito diferente cuando comprenda que es por medio de usted que Dios quiere bendecir a su familia, y a todos con cuantos usted tenga contacto.

6. Cuando comprendo que fui creado para alabar a Dios (v. 10) Cuando Dios creó todas las cosas, hasta que todo estuvo de acuerdo al más alto grado de calidad, fue que Dios creo al hombre. El ser humano es la máxima creación, por eso es que valemos y significamos tanto para Dios, porque fuimos creados a su imagen y semejanza. La Biblia dice que fuimos creados “a fin de que seamos para alabanza de su gloria” (Efesios 1:12).

Cantar y alegrarse son en sí un cambio voluntario que requieren disposición personal. Por lo tanto, cante a Dios alegremente porque usted fue creado con el propósito específico de darle alabanza.

Dios no hace las cosas por casualidad, todo lo que Dios hace tiene un propósito. Ahora usted comprende claramente que usted no es el resultado de la casualidad, ni que su vida en esta tierra no tiene sentido. Eres la especial creación de Dios, y existes para darle gloria.

Es posible que no te sientas tan especial en este momento. Pero Dios te mira con ojos diferentes, pues vales mucho para El, tanto que desea tu felicidad y prosperidad. El desea que seas una persona feliz.

Por lo tanto, no pierdas el ánimo para la vida, pues Dios aún no ha terminado. El te dice “yo vengo a vivir en medio de ti” (v.10). Seamos fieles al llamado de Dios, él cuida de nosotros. Bendiciones.

Cuidando nuestros pensamientos:La mente de Cristo°


Veamos lo que significa la frase “tenemos la mente de Cristo”: La Biblia dice que los creyentes tenemos la mente de Cristo.  Está escrito en 1 Corintios 2:16 (RVR1960), “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” ¿Cómo sería posible que una limitada criatura humana conociera la mente del infinito Dios? Hay una sola manera: cuando el Señor la revela. Y se revela por las Escrituras y por el Espíritu Santo. También se aprende algo de ella por las experiencias personales, especialmente por las malas decisiones que nos enseñan lo que no fue de su mente, pero aun así, las experiencias no se comparan con las otras dos fuentes.


Debemos tener muy claro nuestros objetivos 1 Pedro 1:9 (RVR1960). Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. Hebreos 9:27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. Juan 14:15 (RVR1960). Si me Amáis, guardad mis mandamientos.

Romanos 12:1-2 (DHH). Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo de presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

Tenemos la mente de Cristo porque no podemos funcionar bien sin ella. 1 Corintios 2:1,3. (RVR1960) Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor. El secreto de vencer el temor y la debilidad y de tener la sabiduría es tener la mente de Cristo.

Tenemos la mente de Cristo para entenderle a él mismo y la cruz.  1 Corintios 2:2 (RVR1960). Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. El enfoque de nuestra vida es Jesucristo: quién es y qué hace.  Su significado y el de la cruz no dependen de la sabiduría humana.  Una diferencia entre inteligencia y sabiduría: el inteligente sabe qué decir, pero el sabio sabe si lo dice o no. Y el sabio dice que Jesús murió en nuestro lugar, cancelando así nuestra deuda. Con la salvación ya pagada, es cuestión de recibirla, que requiere fe.

Tenemos la mente de Cristo con la ayuda del Espíritu Santo.  1 Corintios 2:4. (RVR1960). Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder.  Considere lo que el apóstol Pablo aguantó.  1 Corintios 4:9-12. (RVR1960). Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.  Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.

Tenemos la mente de Cristo para darnos poder. 1 Corintios 2:5. (RVR1960). Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.  Sabiendo lo que piensa Cristo de un asunto, podemos avanzar con toda confianza y poder. Tenemos la mente de Cristo que nos provee madurez. 1 Corintios 2:6 (RVR1960). Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 

Tenemos la mente de Cristo que nos provee sabiduría. 1 Corintios 2:7-8. (RVR1960). Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

Tenemos la mente de Cristo que nos revela bendiciones. 1 Corintios 2:9-12. (RVR1960). Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

Tenemos la mente de Cristo para que el Espíritu Santo pueda enseñarnos. 1 Corintios 2:13 (RVR1960). Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 

Tenemos la mente de Cristo que nos provee discernimiento. 1 Corintios 2:14-16, (RVR1960). Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

Necesitamos la vida de Dios en nosotros, que el Espíritu Santo nos imparta la presencia divina, así como lo ha hecho infinidad de veces con personas y pueblos. Como lo podemos leer de la escritura de Ezequiel capítulo 37. Necesitamos que el Señor coloque el querer como el hacer según su buena voluntad en nosotros de buscarle, necesitamos que el derrame espíritu de oración y de gracia de la manera que está escrito en el libro de Zacarías capítulo 12. Él fue el que nos llamó, nos redimió, nos rescató, busquémosle de todo nuestro corazón, abandonémonos en las manos de Dios sin importar cuál sea nuestra condición, él puede hacerlo de nuevo con nosotros, busquemos los pensamientos divinos para nuestras vidas, Jeremías 29:11-14 (RVR1960). Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.      

Juan 15:1-16 Jesús, la vid verdadera (RVR1960). Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.  El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros.

Son tiempos peligrosos los que estamos viviendo, la mente de los seres humanos está siendo bombardeada de muchas maneras a través de la televisión, las emisoras, los colegios, las universidades, en las empresas. Dentro de las iglesias cristianas se puede ver en estos tiempos que ha sido influenciada por las corrientes de este mundo, la política ha entrado, modas de vestir y de ministrar en los púlpitos.

1 Juan 2: 15-17 (RVR1960). No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Es por eso que debemos abandonarnos en las manos de Dios y buscar que seamos llenos de sus pensamientos. Debemos volver a rudimentos antiguos, a la senda antigua, a la sana doctrina. Nuestro cristianismo debe ser práctico y santo en toda nuestra manera de vivir. Despertemos de este letargo espiritual en el que el diablo ha querido meter a la verdadera iglesia de Cristo. 

No es volvernos extremistas sino radicales en cuanto a nuestra manera de vivir. Estamos en este mundo pero hemos sido rescatados de nuestra vana manera de vivir.

1 Pedro 1:13 Llamamiento a una vida santa (RVR1960). Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Hemos decidido aceptar el señorío de Cristo sobre nuestras vidas pero debemos estar muy conscientes de lo que este compromiso significa. Es el mantenernos firmes en lo que la Palabra de Dios nos ha enseñado a pesar de todas las circunstancias buenas o malas que nos estén rodeando. Es colocar primero los intereses de Dios que a los nuestros. Es tener el orden correcto en cuanto a las prioridades. Salmos 40: 8 (RVR1960). El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.

Lucas 14:25-33. Lo que cuesta seguir a Cristo (RVR1960). Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Mientras que estemos vivos sobre esta tierra debemos cumplir con los propósitos por los que hemos sido creados. Sólo la revelación de Dios nos puede mostrar que es lo que debemos hacer como hijos suyos, como padres, como hijos, como parte de la sociedad en dónde nos encontremos. El Señor es el que coloca el querer como el hacer según su buena voluntad. Es necesario desarrollarnos como personas en todas las áreas, es necesario aportar en nuestros lugares con una conciencia social llena del perfecto amor, es necesario sacar adelante nuestros hogares, es necesario compartir el amor de Cristo con aquellos que nos rodean, es necesario ganar almas para Dios a través del evangelio eterno. Lo que siempre debemos tener en cuenta es lo siguiente.

Mateo 22:34-40. El gran mandamiento (RVR1960). Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Refugiémonos en Dios, abandonémonos en sus manos, en su gracia, en su amor, en su bondad y que sea él mismo haciendo de nosotros y en nosotros como él quiera, su voluntad es buena, agradable y perfecta. No te quedes en el piso derribado o derribada porque poderoso es Dios para levantarte y darte vida, poderosos es Dios para cumplir sus propósitos en tu vida, poderoso es Dios para hacer cosas nuevas en medio nuestro, coloquemos los tiempos que nos quedan sobre esta tierra delante de Dios. Ánimo, sigue adelante con tu vida, vive para Dios que sólo él conoce tus pensamientos y tu corazón.

Salmo 91 (RVR1960). El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación. Bendiciones.