Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

Un corazón conforme al corazón de Dios°


“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos.” Salmo 139:23.


Ezequiel 11:19.  Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne. Ezequiel 18:31.  Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?  Ezequiel 36:26.  Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Hacemos todo lo que podemos para mantener nuestra apariencia exterior atractiva, pero lo que está en nuestro corazón es mucho más importante. Lo que seamos por dentro (lo que otros no pueden ver) importa más a Dios. ¿Cómo es usted por dentro? Cuando las personas se convierten a Dios cambian y en su interior son diferentes. El continuará ayudándoles a que cambien si se lo piden. Dios quiere que procuremos pensamientos y motivaciones sanas, no sólo buena alimentación y ejercicios.

Veamos a continuación las definiciones que encontramos en la Biblia Plenitud para que entendamos aún más desde la perspectiva de la Palabra de Dios.

Corazón, leb,; Strong # 3820: Corazón, intelecto, conciencia, mente, lo más íntimo de la persona, sus sentimientos, sus pensamientos más profundos, el yo. Como sucede en la mayoría de los idiomas occidentales, el concepto hebreo de “corazón” se refiere tanto al órgano físico (2 Reyes 9:24) como a los anhelos de la persona (Salmo 37:4). Quizá el uso más noble de leb se encuentre en Deuteronomio 6:5, dónde se manda a Israel a amar a Jehová con todo el corazón (Jesús hizo énfasis en este postulado (Marcos 12:29-30). En Jeremías 17:9 se asevera que el corazón humano puede ser la cosa más engañosa del mundo, pero el versículo 10 muestra que nuestro Protector todavía puede escudriñar lo que se esconde en los corazones.

Corazón, kardia: Strong # 2588: Raíz de la palabra que significa “estremecerse” o “palpitar”. El órgano físico del cuerpo, el centro de la vida física, el asiento de la vida personal (física y espiritual), el centro de la personalidad, el asiento de toda la actividad mental y moral, que contiene elementos racionales y emocionales, Constituye el asiento de los sentimientos, deseo, gozo, dolor y amor. También del pensamiento, del entendimiento y de la voluntad. El corazón humano es la morada del Señor y del Espíritu Santo. El Señor Omnisciente ve hasta lo más íntimo del ser, donde se toman todas las decisiones concernientes a Él.      

Debemos juzgarnos a nosotros mismos a través de la Palabra de Dios si es que realmente amamos al Señor no solo de palabras sino con rectitud de corazón y amor hacia él, y juzgar nuestros propios actos, pero sin hacer de nuestra palabra una ley para nadie. No debemos juzgar duramente a nuestros hermanos sin tener base. No debemos hacer lo peor de la gente. Aquí hay una reprensión justa para todos los que pelean con sus hermanos por faltas pequeñas, mientras ellos se permiten las grandes.

Algunos pecados son como motas, mientras otros son como vigas; algunos son como un mosquito, y otros son como un camello. No es que haya pecado pequeño; si es como mota o una astilla, está en el ojo; si es un mosquito está en la garganta; ambos son dolorosos y peligrosos, y no podemos estar bien ni cómodos hasta que salgan. Extraño es que un hombre pueda estar en un estado pecaminoso y miserable, y no darse cuenta de eso, como un hombre que tiene una viga en su ojo y no la toma en cuenta; pero el dios de este mundo les ciega el entendimiento. Aquí hay una buena regla para los que juzgan: primero refórmate a ti mismo.

En estos tiempos en los que estamos viviendo podemos ver como es el cumplimiento de la Palabra de Dios en la que se nos hace advertencias de los eventos y del carácter de las personas en los postreros días antes del regreso del Señor Jesucristo. La decisión por Cristo es personal, ¿Dónde deseas pasar la eternidad? ¿A quién quieres adorar, amar y servir? 

Juan 14:15. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Dios nos muestra algunas verdades en los siguientes textos bíblicos. Mateo 7:13-14. La puerta estrecha. Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. La puerta a la vida eterna es "estrecha". Esto no significa que sea difícil ser cristiano. Significa que hay muchas maneras de vivir la vida, pero un solo camino para vivir eternamente con Dios. Creer en Jesús es el único camino al cielo, porque solo El murió por nuestros pecados y nos hizo justos delante de Dios. Vivir a su manera puede no ser fácil, pero es bueno y correcto.

Mateo 7:15-19. Por sus frutos los conoceréis. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. 

Hay muchos falsos profetas que pretenden ser guías cristianos, pero cuyo propósito real es egoísta y destructivo. Debemos probar a los que dicen ser profetas por sus frutos, esto es, por su estilo de vida, carácter, enseñanzas e influencia. Los falsos profetas aparecían con frecuencia en el tiempo del Antiguo Testamento. Profetizaban solo lo que el rey y la gente querían oír, y afirmaban que era el mensaje de Dios. Los falsos maestros eran tan comunes como lo son hoy. Jesús dice que hay que cuidarse de las personas cuyas palabras suenan a religión, pero que en verdad están motivadas por dinero, prestigio y poder. Usted puede identificarlos porque en sus enseñanzas disminuyen a Cristo y se glorifican a sí mismos. Debiéramos evaluar las palabras de un maestro examinando su vida. Así como el árbol se conoce por la clase de frutos que da, un buen maestro mostrará buena conducta y un carácter moral alto al intentar vivir las verdades de las Escrituras.

Esto no significa que debemos expulsar a los maestros de Escuela Dominical, pastores y demás que no hayan llegado a la perfección. Todos estamos expuestos al pecado y debemos mostrar la misma misericordia que nosotros mismos necesitamos. Jesús está hablando de los maestros que deliberadamente enseñan doctrinas falsas. Debemos examinar la motivación de los maestros, la dirección que están siguiendo y los resultados que están esperando obtener.

Mateo 7:21-23.  Nunca os conocí. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. 

Algunos aficionados al deporte pueden "hablar" bien de lo que es un buen juego pero eso no quiere decir que pueden jugar bien. Y no todo aquel que habla del cielo pertenece al Reino de Dios. Jesús está más interesado en nuestro andar que en nuestro hablar. El quiere que hagamos lo correcto, no que solo nos expresemos con corrección. Su casa (símbolo de su vida, 7.24) resistirá las tormentas de la vida si hace lo que es correcto. Lo que usted hace no puede separarse de lo que cree.

Jesús desenmascaró a las personas que aparentaban ser religiosas pero no tenían una relación personal con El. En el Día del Juicio, solo nuestra relación con Cristo, nuestra aceptación de Él, como Señor y Salvador y nuestra obediencia a Él, será tomada en cuenta. Muchas personas piensan que si son "buenas" y aparentan religiosidad serán premiadas con la vida eterna. La fe en Cristo es lo que se tendrá en cuenta en el juicio.

Falso profetas no solamente significa falsos predicadores que proclaman un evangelio falso, sino ante todo falsos profesantes de la fe en Cristo. Su naturaleza interna no ha cambiado; simplemente visten el disfraz externo de ovejas. Llaman a Cristo «Señor» y hasta hacen obras religiosas, ¡pero nunca han sido salvos! ¿Cómo detectamos a estos falsos creyentes? «Por sus frutos los conoceréis» (v. 16).

¿Qué fruto busca Cristo? Busca: (1) el fruto del Espíritu, o el carácter cristiano según se describe en las Bienaventuranzas y en Gálatas 5.22–23; (2) el fruto de los labios, el testimonio y alabanza a Dios (Hebreos 13.15); (3) vida santa (Ro 6.22); (4) buenas obras (Col 1.10); (5) almas perdidas ganadas para Cristo (Ro 1.13). Los cristianos profesantes pueden estar involucrados en actividades religiosas y pretender ser salvos, pero si genuinamente han nacido de nuevo, revelarán estos frutos en su vida diaria.

Nótese que estos «engañadores» ¡se sorprenderán en el juicio! ¡Es posible mentirnos nosotros mismos! Satanás ciega la mente (2 Co 4.3–4) y engaña a la gente a que piense que somos salvos. Cuando Cristo retorne, millones de cristianos profesantes se sorprenderán al descubrir ¡que nunca fueron realmente salvos!

Mateo 7:24-28. Los dos cimientos. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. La prueba de la constancia u obediencia.

Los dos constructores representan dos hombres en esta vida. Ambos usaron el mismo material y los mismos planes, y el mundo no podía establecer la diferencia entre las dos casas. Pero cuando viene la tempestad, el tiempo de la prueba, la casa que no está cimentada en la roca se derrumba y cae. El verdadero cristiano está cimentado sobre la Roca, Cristo Jesús (1 Corintios 3.11)La justicia no se basa en una iglesia, credo o «vida buena», sino en Jesucristo que murió por el creyente. Un hijo de Dios se prueba mediante su perseverancia a través de las tormentas que lo someten a prueba. Un cristiano verdadero se prueba cuando obedece a Cristo. Uno que no es un simple oidor de la Palabra, sino también un hacedor (Santiago 1.22–25).  

Recorra la Biblia y note cómo los falsos creyentes siempre caen en el tiempo de la prueba. La multitud mixta de Israel quiso regresar a Egipto cuando las cosas se pusieron difíciles en su viaje. Muchos de los que se llamaban cristianos en Roma abandonaron a Pablo en su tiempo de necesidad (2 Timoteo 4.9–18). Sin embargo, note cómo los cristianos verdaderos permanecen firmes sin importar cuál sea la prueba. Abraham, Moisés, Josué, David, Isaías, Jeremías, Daniel, Pedro, Pablo y muchos otros demostraron la realidad de su fe al permanecer firmes a través de la tormenta. ¡Estaban edificados sobre la Roca! 

Edificar "sobre la roca" es ser un discípulo atento que responde a su maestro, en vez de ser superficial e hipócrita. Practicar la obediencia se convierte en fundamento sólido para resistir las tormentas de la vida. Como una casa de naipes, la vida del necio se tambaleará. Muchas personas no buscan deliberadamente un fundamento falso o inferior sobre el cual edificar sus vidas, sino que simplemente no piensan en cuál es el propósito de sus vidas. Muchas personas enfrentan la amenaza de la destrucción, no por terquedad sino por falta de reflexión. 

Parte de nuestra responsabilidad como creyentes es ayudar a otros para que se detengan y piensen en el rumbo que están siguiendo sus vidas y tengan en cuenta las consecuencias de NO prestar atención al mensaje de Cristo.

Mateo 15:1-20. Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre.

Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola.

Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

¡Incluso los discípulos se asombraron! Pedro dijo que su enseñanza sencilla era «una parábola». ¡Qué duro es para los hombres romper con las tradiciones de los hombres y creer en la sencilla verdad de Dios! La santidad, explica Cristo, es asunto de lo que sale del corazón. La gente a menudo culpa al diablo por los pecados mencionados aquí, pero Cristo culpa a la maldad del corazón humano.

Esta es la razón de el porque la gente debe nacer de nuevo y recibir un nuevo corazón.

Nótese el contraste entre la verdad de Dios y las tradiciones humanas: Tradiciones humanas: Formas externas que traen esclavitud, Reglas frívolas, la letra de la ley, Leyes hechas por los hombres que las exaltan, Produce «piedad religiosa», muerte. La verdad de Dios: Fe interna que trae libertad, Principios básicos, el espíritu de la ley, Palabras inspiradas por Dios que humillan a los hombres, Produce verdadera santidad, vida. Debemos acordarnos constantemente de que la verdadera religión procede del corazón. Creemos con el corazón (Romanos 10.9–10); amamos de corazón (Mateo 22.37); cantamos con el corazón (Colosenses 3.16); obedecemos de corazón (Romanos 6.17); damos de corazón (2 Corintios 9.7); y oramos de corazón (Salmo 51.10, 17).

Y por último guardémonos de aquellas personas que pueden causarnos gran mal como  lo dice en 2 Timoteo 3. 

Carácter de los hombres en los postreros días. También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.

Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

La frase «en los postreros días» hace referencia a un período que en realidad empezó con la vida y ministerio de Cristo sobre la tierra (Hebreos 1:1-2). Sin embargo, el NT indica que la expresión «los postreros días» se refiere particularmente al estado de la Iglesia antes de la venida de Cristo. Estos serán «tiempos peligrosos», o sea, «difíciles, arduos para enfrentar». Esta es la misma palabra que se usa en Mateo 8:28 para describir al endemoniado gadareno. Debido a que la gente creerá «doctrinas de demonios» (1 Timoteo 4.1ss), este mundo llegará a ser un «cementerio demoníaco» así como Gadara.

¡Ya estamos en esos días! «Hombres amadores de sí mismos» será la característica de los postreros días. Este amor de uno mismo conducirá a una actitud de avaricia y a un espíritu jactancioso. «Vanagloriosos» en realidad significa «fanfarrones». El afecto verdadero casi desaparecerá; y en su lugar prevalecerá el afecto contra naturaleza. «Crueles» significa «salvajes» y ciertamente que hoy es evidente una conducta salvaje. «Impetuosos» significa «imprudentes» o «desenfrenados»; y por cierto que vivimos en una edad de desenfreno, sea que se trate de la velocidad de los medios de transporte, el desperdicio del dinero o del desprecio a la vida humana. 

Los versículos 5–8 indican que habrá abundancia de religión en los últimos días, pero que todo será mera imitación, una forma de piedad carente del poder transformador de Dios. El apartarse de la fe que Pablo predijo en 2 Tesalonicenses 2 ya está con nosotros hoy, ¡y sin embargo hay abundancia de religión! La Biblia continúa siendo el libro de mayor venta, sin embargo, la tasa de crimen sigue en aumento y los problemas se multiplican.

Los verdaderos cristianos son la minoría. Estos falsos maestros de los días de Pablo hacían presa especialmente de las mujeres cargadas de pecado y arrastradas por sus pasiones, mujeres que estaban «siempre aprendiendo», pero que nunca llegaban en realidad a conocer la verdad. Pablo comparó a los maestros apóstatas con los encantadores egipcios Janes y Jambres, quienes se opusieron a Moisés al imitar lo que él hizo (Éxodo 7:11ss).


Satanás es un imitador y su evangelio e iglesia de imitación se esparcirá en los postreros días. Así como Moisés venció a estos imitadores por el poder de Dios que vino en gran juicio, la Iglesia a la larga vencerá a estos engañadores de los últimos días. «A estos evita», advierte Pablo (v. 5). Timoteo no debía enredarse con los engañadores que niegan a Cristo, incluso cuando esto signifique que nos cataloguen de «extravagantes». Bendiciones.

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