Nuestro deseo es que cada uno de los mensajes, así como cada uno de los ministerios y recursos enlazados, pueda ayudar como una herramienta al crecimiento, edificación y fortaleza de cada creyente dentro de la iglesia de Jesucristo en las naciones y ser un práctico instrumento dentro de los planes y propósitos de Dios para la humanidad. Cada mensaje tiene el propósito de dejar una enseñanza basada en la doctrina bíblica, de dar una voz de aliento, de edificar las vidas; además de que pueda ser adaptado por quien desee para enseñanzas en células o grupos de enseñanza evangelísticos, escuela dominical, en evangelismo personal, en consejería o en reuniones y servicios de iglesias.

El perfecto de amor de Dios echa fuera nuestros temores°


1 Juan 4:18-19. LBLA. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. Nosotros amamos, porque Él nos amó primero.

Hay muchos sueños y proyectos que se quedan a mitad del camino de nuestras vidas porque tuvimos temor de abrir la puerta a lo que sería vivir una vida de éxito en lugar de fracasos. Sabido es que el miedo nos paraliza y hasta llega a determinar nuestro estilo de vida. La Biblia nos enseña: “El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado” Proverbios 29:25. RVR60. El miedo es para el reino de las tinieblas, lo que la fe es para Dios. La sentencia de la palabra divina en nuestras vidas nos dice que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.


Somos llamados, no a convivir con el temor, sino a echarlo fuera de nosotros. En el presente pasaje Juan nos hace una exposición acerca del amor de Dios como la base para nuestras victorias y todo lo que emprendamos.

Hay muchas clases de amores, pero solo uno es verdadero: el amor de Dios, porque Dios es amor. En eso consiste su diferencia. Nos llama la atención que Juan ponga en un mismo texto al temor y al amor de Dios. Pero aún más sorprendente que sea en el mismo texto que nos habla de la más grande afirmación acerca de Dios. ¿Qué significa para un hijo de Dios que la Biblia nos diga que “Dios es amor?”. Bueno, comenzando por el tema que nos asiste, el saber que Dios es amor nos trae a la esperanza que por muy grande que sea el temor, y lo que haya originado eso en nuestras vidas, será echado fuera.

El temor es incompatible con el verdadero amor. Las razones son muy obvias. La afirmación que Dios sea amor es la explicación que existe para la creación. A veces nos preguntamos cómo es que Dios creo a un mundo que desde el mismo comienzo le fue desobediente y después se corrompió. El amor de Dios pone en retirada cualquier temor en la vida.

Ahora Juan nos lleva de una idea a otra sobre esto del amor. Es un hecho que cuando nos encontramos con esta clase de amor, el temor tiene que disiparse. A la par de afirmar que Dios es amor también se nos dice que los que hemos conocido a ese Dios de amor, permanecemos en él, pero sobre todo que Dios permanece en nosotros. ¿Cuál es la importancia de esa relación? Que si pertenezco a Dios y él pertenece a mí, entonces los temores no pueden ser parte de mi vida.

Los temores son incompatibles con la presencia de Dios, pues no puede habitar la luz con las tinieblas, y los temores están asociados con las tinieblas. Lamentablemente hay personas que son controlados por el temor. Por supuesto que los temores tienen muchos orígenes, pero cualquiera que ellos sean, nada de eso pertenece a Dios. El temor llega a ser como una cárcel que tú mismo te impones.

Pero el cristiano sabe a quién pertenece, por lo tanto no puede haber compatibilidad entre algún temor que se presente y el amor al cual pertenece ahora. Si permanecemos en Dios el miedo huirá de nosotros.

En el contexto donde Juan menciona la palabra “amor” con sus derivados 29 veces, la palabra “perfección” viene a darle a ese amor tan marcado del apóstol una connotación mayor. Una cosa es hablar que tenemos el amor de Dios, pero otra muy distinta es que hablemos de la perfección del amor. La palabra “perfección” es la que se utiliza para hablar de calidad, de durabilidad, de algo que no tiene defectos.

Por lo tanto, cuando el amor fue derramado por Dios en nuestro corazón, comenzó en todos nosotros un perfecto amor. Así que el amor que está en nuestros corazones no es imperfecto, no tiene mancha ni arruga. Esa clase de amor crea en nosotros confianza, y es la confianza la que llena nuestra vida para que salga de ella todo tipo de temor. Por esto es que afirmamos que el temor se define como la ausencia de ese perfecto amor. La verdad de este texto será que si el perfecto amor está dentro de nosotros, entonces, no puede existir en nuestros corazones el temor. Cuando un creyente ha aprendido a tener confianza en su Dios, la paz llega a ser su característica.

Hay muchas cosas en este mundo que nos dan razones de sobra para temer: las guerras, el terrorismo, la violencia, el cáncer, los ladrones, etc. Más aún, si permitimos que el temor eche sus raíces en nuestros corazones, nos encontraremos paralizados e incapaces de hacer la voluntad de Dios. El temor te roba, no sólo el sueño y la paz, sino también el cumplir el destino de nuestro llamado. Dios no nos ha dado un espíritu de temor; Por el contrario, Él nos ha dado un Espíritu de poder, de amor, y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7) Con estas tres armas, podemos convertir y conquistar todos los temores que se lanza hacia nosotros a la fe.

Vuelve y has frente a tus temores en el poder dunamis de Dios. Dunamis es la palabra griega para la dinamita. El poder de Dios que está dentro de cada creyente en Jesucristo puede acabar con todo temor. Se nos ha dado este poder a través del Espíritu Santo que nos da la gracia y la fuerza para vencer el temor que intenta impedirnos avanzar en la fe de Dios.

Vuelve y has frente a tus temores en el amor incondicional de Dios. No hay nada en el cielo ni en la tierra que nos puede separar del amor de Dios. El amor es una fuerza poderosa que es evidente en las relaciones humanas, ¿cuánto más poderoso es el amor de Dios para su pueblo? Podemos estar confiados en la fe contra el temor, porque sabemos que Dios es nuestro protector que nos ama con todas sus fuerzas.

Vuelve y has frente a tus temores siendo solido en controlar tu mente y tus pensamientos. Satanás ataca a menudo nuestra mente con pensamientos de temores que son siempre iguales, que tal, sí: ¿y si muero?, ¿y si le hago daño a mi familia?, ¿qué pasa si pierdo mi trabajo?, ¿y si me vuelvo loca(o)?, etc. El diablo es el padre de todas las mentiras y él va a utilizar cualquier cosa para que parezca más grande que Dios. Sin embargo, podemos disciplinar nuestra mente con la Palabra de Dios para decirle la verdad a las mentiras del diablo en la cara del temor. La palabra de Dios limpiará los ataques de Satanás en nuestra mente.

El hombre está expuesto a muchos miedos. Es por esta razón que Dios, como Padre, se aseguró que sus hijos  comprendieran que no debían temer.  La Biblia dice más de 350  veces la frase “no temas”. También dice, que nadie ha podido ver a Dios. Y aquellos que con mucho temor y reverencia pudieron hablar con Él, cuando terminaron de hablar, brillaron de tal manera que se tenían que tapar el rostro. Porque nadie lo podía mirar.

Cuando Moisés bajó del monte Sinaí, después de haber estado con Dios, y recibir las Tablas de la Ley,  tuvo que cubrirse el rostro, porque brillaba de tal manera, que no  podían mirarlo al rostro. Dios sabía que no podíamos  mirarle, y  por lo tanto, dejó su Gloría, se vació  de su Gloria,  y vino a  nacer en un pesebre,  rodeado de olor a estiércol, rodeado de animales. ¿Para qué? Para que no tuviéramos miedo. El saludo que se escucha de los seres angelicales en la Biblia es: “No temas”. Lo primero que  le dice un Ángel a un hombre cuando se le aparece es: “No temas”  “No tengas miedo”.

Cuando el Señor se apareció a los discípulos en el barco, en medio de una tormenta,   lo primero que le dice: “no tengan miedo, soy Yo” y cuando el ángel se le apareció a Ezequiel y a Daniel, cayeron de  cara al suelo, porque no podían resistir la gloría del cielo. Y ellos, le dicen: “No temas, No temas”. Los ángeles usaban ese saludo, como nosotros decimos,  buenos días, ¿cómo está? En  vez  de  decir, buenos  días  ¿cómo está?  Ellos  dicen: “No tema” Yo le digo buenos días ¿cómo está?, porque usted, no me tiene miedo. Pero si fuera un Ángel, que se le apareciera, tendría miedo. Lo primero que le diría,  sería: “No temas”

El Señor Jesucristo, se hizo hombre,  para que podamos verlo sin tener miedo. Para poderlo saludar,  sin tener miedo. Dios  se hizo un bebé, para que no tuviéramos miedo. Así ama Dios. Él se vació de su Gloria, se hizo como uno de nosotros.  Recordemos  por qué. Por  amor  a  usted  y  por amor  a  mí. Nos amó de tal manera, que ÉL,  quiso hacerse  como usted y como yo. Se vistió de usted. Tomo  su humanidad, y Él, se la puso encima. Él se vistió de usted y de mí. 

De tal  manera, que ahora cuando lo veamos, lo vamos a ver cómo nos vemos a nosotros mismos. Pero Él,  fue más allá: Dice  el profeta Isaías, que Él cargo sobre Si mismo, el pecado de todos nosotros. No solo se vistió de usted, sino que tomó su humanidad y se la puso. Tomó su pecado y se lo puso también. Y por ese pecado, fue a la cruz del Calvario, por nosotros, por amor.

El temor es lo contrario al amor. En el amor no hay temor. Si tú temes que vas a perder la salvación, entonces, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes que te van a borrar tu nombre del libro de la vida, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes que se te va a meter el diablo, no has sido perfeccionado en el amor. Dice en 1 Juan 4:18. RVR60. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

Cuando el amor fue derramado por Dios en nuestro corazón, generó en nosotros un perfecto amor. El amor que está ahí en tu corazón no es imperfecto, no tiene mancha ni arruga. Si el perfecto amor de Dios está dentro de ti, entonces, en tú corazón o mente no puede existir el temor. El temor es lo contrario al amor. En el amor no hay temor. Si tú temes que vas a perder la salvación, entonces, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes que te van a borrar tu nombre del libro de la vida, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes que se te va a meter el diablo, no has sido perfeccionado en el amor.

El temor lleva en sí castigo. Isaías 53:5 dice que. Si Cristo llevó nuestro castigo, también se llevó nuestro temor. Cristo, es el perfecto amor y el perfecto amor echó fuera el temor. A muchos cristianos los controla el temor. Tal vez tu temor procede de una experiencia traumática, de una falsa creencia o expectativa, de una crianza de disciplina rígida o de una predisposición genética. 

Los problemas nuestros vienen de adentro. Los conflictos interpersonales comienzan como problemas intrapersonales. Todos nosotros experimentamos la vida a través de nuestros pensamientos y sentimientos. ¿Qué clase de pensamiento y sentimientos tenemos? Casi siempre son pensamientos de miedo y sentimientos de temor. ¿Usted sabe cuál fue el primer pensamiento y sentimiento que Adán y Eva experimentaron después de la caída? Fue el miedo. 

Génesis 3:10 dice: “…Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí”. Por miedo Adán le echó la culpa a la mujer. Por miedo Eva le echó la culpa a la serpiente. Por miedo ¿Qué hacen nuestros hijos cuando son sorprendidos en alguna falta? Le echan la culpa al lorito de la casa, al que menos tiene que ver con el asunto.

Recuerde que el “temor lleva en sí castigo o consecuencia”. Dice el Salmo 56:3-4. “En el día que temo, Yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? Hay temores que se llaman hombres, y hay temores que se llaman circunstancias. Este salmo fue escrito por el rey David cuando fue prendido por los Filisteos en Gat. 1 Samuel 21:21 dice que David tuvo gran temor de Aquis rey de Gat. ¿Qué debe hacer uno ante el miedo? Debe perfeccionarse en el amor de Dios, porque el perfecto amor echa fuera el temor.

El que ama confía en Dios. El que ama no teme a los Aquis de la vida. ¿Por qué entre dos pastores; entre dos familiares; entre dos amigos; entre dos iglesias; entre dos vecinos, temen acercarse? Porque el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. El amor libera al temor. No temas ir a tu jefe, a tu pastor, a tus padres. El temor es un velo sobre nuestros ojos que no nos deja ver los caminos y las alternativas para resolver problemas.

Existen miedos irracionales. Por temor, hay personas que no salen a la calle. Por temor, un estudiante no pregunta al profesor en el salón de clase. Por temor, un hermano no se le acerca a una hermana que le gusta en la iglesia. Por temor, un pastor no se atreve a escudriñar el evangelio de la gracia. Por temor, un hermano no invierte en un negocio. Por temor, hay personas que no se montan en un avión o en un ascensor. Por temor se pierden muchas cosas y se dejan de hacer.

Los temores son argumentos que tu mente se inventa cada día. Y Pablo dice: “Derribando todo argumento que se levanta en contra de tu vida.

Job 3:25 dice: Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía. Observa que Job llamó al temor y enseguida le vino. El temor fue un espanto en la mente de Job. El temor es algo que tu mente te ha dado, pero observa lo que Dios no te ha dado, 2 Timoteo 1:7 dice Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Si Dios no te ha dado “espíritu de cobardía”, entonces, no lo tienes. No hay temor en tu mente o corazón. Tú corazón sólo debe tener lo que Dios te ha dado: espíritu de poder, espíritu de amor y espíritu de dominio propio. En el amor no hay temor. Bendiciones.

El temor es lo contrario al amor. En el amor no hay temor. Si tú temes que vas a perder la salvación, entonces, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes que te van a borrar tu nombre del libro de la vida, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes que se te va a meter el diablo, no has sido perfeccionado en el amor. Si temes a la marca del 666, no has sido perfeccionado en el amor.

Cuando el amor fue derramado por Dios en nuestro corazón, generó en nosotros un perfecto amor. El amor que está ahí en tu corazón no es imperfecto, no tiene mancha ni arruga. Si el perfecto amor de Dios está dentro de ti, entonces, en tú corazón o mente no puede existir el temor.

En Hebreos 2:14-15 (PDT) la Biblia dice: “Los hijos de una familia son gente de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la muerte. Jesús se hizo hombre para liberar a los hombres, quienes habían estado esclavizados toda la vida por temor a la muerte”

Reflexionemos sobre el tema que estudiamos el día de hoy ¿Cuáles son nuestros temores? ¿Cómo podemos llenar nuestra vida con más del amor perfecto de Dios para que no haya lugar para el temor? Bendiciones.

El liderazgo de servicio: Jesucristo°


El liderazgo de servicio honra a Dios y sus mandamientos, y pone en acción el amor de Jesús.

Romanos 11:29. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

No escuches a las personas que intentan desanimarte, sigue tu camino, confía en Dios, y cree en las habilidades que él ha puesto en ti, y no te desanimes, porque perseverando cumpliremos el plan de Dios para nuestra vida...

"Había una vez un grupo de ranas que corrían hacia la cima de una enorme montaña con muchísimos obstáculos y peligros en el camino. La montaña era tan alta y los impedimentos tan numerosos que muchas de las ranitas comenzaron a desanimarse en el camino y dejaron de correr, y gritaban a las otras: ¡NO PODRAN LLEGAR A LA CIMA!, ¡ES IMPOSIBLE QUE LLEGUEN!, ¡NUNCA LO LOGRARAN! y MUCHISIMAS RAZONES PESIMISTAS, logrando que se desanimaran prácticamente todas las ranas quedando solo una al final que siguió corriendo sin escuchar a las otras. Al final la rana que permaneció corriendo llegó a su objetivo. Tiempo después las otras ranas le preguntaron como hizo para lograr llegar a la cima. Ella no respondía nada, y se acercó su padre y dijo: “no les escucha, es sorda”.

Dijo entonces a sus discípulos: Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos." Mateo 9:37.

Isaías 61. Buenas nuevas de salvación para Sion. 
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.

Empecemos reflexionando si aceptamos obedecer y servir a Dios en estos últimos tiempos de acuerdo al llamamiento que nos ha hecho. Si es un sí, entonces trabajemos en nuestro interior para permitirle al Señor que forme en nosotros el carácter de Cristo, que nos llene de su Espíritu Santo, que nos llene de su perfecto amor y que nos dé un corazón sensible a su voz y enseñable a su Palabra, un corazón conforme al suyo:

Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20:24-25.

Líder no es mandar, es saber servir y dirigir a los demás con propósito y amor. Muchas personas tienen poder, pero pocos tienen poder para llegar a las personas; esos son los verdaderos líderes. La facultad de dirigir es una de las más preciosas y más necesarias de las capacidades humanas: es un arte que es necesario aprender. No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo. El liderazgo cristiano es el ejercicio de los dones espirituales bajo el llamado de Dios para servir a cierto grupo de personas a fin de alcanzar los objetivos que Dios les ha dado a ellos a fin de glorificar a Cristo cumpliendo la gran comisión en sus vidas y ministerios.

El liderazgo cristiano proviene de la influencia y la identificación que se tiene con Cristo. Él es la fuente, la motivación que nos impele a imitarlo en lo que él hacía. El liderazgo eficaz es seguir a un líder en función de la misión a cumplir. Un líder también es el que se acerca a las normas  que más se identifican con el grupo en función de cumplir los planes y propósitos de Dios para la iglesia, las almas y la humanidad.

El liderazgo cristiano consiste en la habilidad de ganar consenso y compromiso  para los objetivos  comunes, los que se alcanzan mediante contribución y la satisfacción de toda la iglesia, más allá de los requisitos de la organización.  La Biblia nos muestra líderes en potencia en el Antiguo y Nuevo Testamento, en donde la palabra Líder no aparece y en cambio si las funciones de aquellos que tienen autoridad en el pueblo de Dios, como Reyes, Jueces, Profetas, Sacerdotes, Pastores, Maestros Etc.

Los requisitos de Dios para estos hombres en la Biblia siempre fueron en contra de las aspiraciones personales. Todos sin excepción, debían buscar las aspiraciones de Dios obedeciéndolas en primer lugar y mostrando la autoridad delegada, representativa y humilde como condición  primordial. Lamentablemente en la historia de la Biblia muchos ejemplos nos dan cuenta  que esto no fue así de muchos que  ocuparon cargos de liderazgo. Parece  que fuera enmarcado en la historia bíblica, pero hoy en día muchos líderes  actúan como aquellos que dieron muy mal testimonio.

¿No debería ser el cargo que busque al hombre, en vez de ser el hombre  quien busque el cargo? ¿No es peligroso dar un cargo a un hombre  ambicioso? Por esta ambición muchos líderes, cualquiera que sea el puesto que ocupen, entran en pecado. La ambición personal respaldada por el “Poder” que ostentan,  son una mezcla muy peligrosa que hace que el líder ocupe un puesto de liderazgo sin llegar a tener la actitud correcta hacia los demás.

No tomando en cuenta las palabras de Jeremías 45:5. ¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares a donde fueres. Jeremías 23:1-2. !Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová. Palabras firmes que dan cuenta de la importancia que tiene el comportamiento de aquellos que son líderes del rebaño de Dios. El fracaso y el éxito  están a la puerta. Depende el liderazgo que tengas para obtener  cualquiera de los dos.

El liderazgo convoca. Jesús permanentemente convocaba para ser seguido. A Pedro y a su hermano Andrés les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. Mateo 4:19. A una persona que quería enterrar a su padre, le dijo: “Sígueme, deja que los muertos entierren a sus muertos”. Mateo 8:22. A Mateo le dijo: “Sígueme”. Mateo 9:9. A un joven religioso le dijo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven y sígueme”. Mateo 19:21. A Felipe le dijo: “Sígueme” Juan 1:43. Hoy los líderes deben estar haciendo lo mismo: Llamar a personas a  seguirlos para cumplir los planes y propósitos. Un líder es una persona carismática que tiene la habilidad de inspirar a la gente para que lo siga.

El liderazgo cristiano es un asunto de servicio, pero reconoce  que el servicio es un asunto del corazón y  si no se transforma  el corazón no se  puede  aspirar  al servicio. El liderazgo es una oportunidad de servir; no de lucirse, ni de estar por encima de los demás. Jesús dijo en Mateo 20:26-28. Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

La función de un líder es servir a los demás haciendo elevar las aspiraciones de las personas y liberar sus energías para que traten de realizarlas. Pienso en el uso de la  palabra ‘liderazgo’, a la cual nuestro Señor, sin duda, se refirió cuando dijo: El que quiera ser el mayor entre vosotros, será el servidor de todos. Liderazgo en el sentido de rendir el máximo servicio, de la más grande abnegación de fatigarse, y absorberse en el trabajo más grande del mundo: el de edificar el reino de nuestro Señor Jesucristo.

El liderazgo es importante porque Dios hace todo por medio de líderes a los  cuales  Él encarga  la tarea que han de realizar. Nada se hizo en la vida, sin alguien que tomó la autoridad delegada por Dios y llevó a un grupo a realizar lo que se propuso. El liderazgo es importante  por varias razones: Es una  responsabilidad delegada para  guiar a un grupo con un objetivo prefijado. Es una oportunidad dada a quien está llamado  a liderar. Es el instrumento que Dios usará para llegar a cumplir  su voluntad. Es la oportunidad del cristiano para comprobar su grado de crecimiento. Es quien tomará el desafío de  llevar adelante el guiar a otros en representación de Dios.

Hoy más que nunca las palabras y los modelos de Jesús están tomando vigencia, no solo para la vida personal sino también para el avance da familias y naciones. Las naciones están reclamando una nueva clase de líderes que hagan verdadera diferencia ENTENDAMOS LO QUE ES LIDERAZGO.

El liderazgo cristiano es influencia. Muchos confunden liderazgo con posición, con título o con poder Los sociólogos afirman que aún la persona más tímida influirá a lo largo de su vida en al menos 10.000 personas. El liderazgo cristiano es una fuerza de transformación. Hoy se está entendiendo como no había pasado en mucho tiempo, el llamado de Dios a su gente para provocar transformación en su nombre Hablamos de una transformación que se da a partir de la transformación hecha por Dios en individuos, pero que se proyecta a comunidades enteras y a naciones.

Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. Mateo 10:7-14.

Un líder es persistente y perseverante, lo que les permite ir más lejos que otros porque su fuerza radica en el Espíritu Santo, en Jesucristo y la Palabra de Dios y no en su propia fuerza. Debemos ser líderes como Jesús, imitarlo, seguirlo. Debemos hacer las cosas que expresen amor como principio de liderazgo, porque requieren sabiduría, paciencia, valor, sacrificio, y trabajo arduo. El mejor modelo a seguir de liderazgo de todos los tiempos es nuestro Salvador.

El liderazgo de servicio honra a Dios y sus mandamientos, y pone en acción el amor de Jesús.

Cuando a Jesús le preguntaron cuál era el mandamiento más grande, respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 21:37-39. ¿lo que usted dice que cree hace diferencia notable en su forma de vivir? Liderazgo de servicio es una expresión concreta del compromiso diario de vivir La Palabra de Dios y la voluntad de Dios y, por lo tanto, avanzar en el reino de Dios.

El liderazgo de servicio pone en acción el amor de Jesús. Al considerar lo que significa guiar como Jesús, hemos tratado de echar luz sobre algunos de los secretos del liderazgo de servicio a través de observar a Aquel que vivió una vida perfecta: Cristo Jesús.

En su preparación y en la efectividad y compromiso de su liderazgo hemos buscado sabiduría y perspectiva. Hemos sacado lecciones clave sobre cómo balancear resultados y personas en el cumplimiento de nuestras misiones individuales como discípulos modernos de Jesús. La verdad que domina el concepto de guiar como Jesús, es que solo podrá hacerse en la medida en que se camine más y más cerca de Él en una relación rendida de confianza y amor. Es en y a través de esta puerta estrecha que todo el que quiera guiar como Jesús debe pasar, creyendo en su amor perdurable y aceptando el llamado para seguirlo. 

Como hemos dicho, guiar como Jesús es, en esencia, aprender a amar como Jesús. Cuando Jesús restauró a Pedro al papel de liderazgo que habría de desempeñar entre sus seguidores, solo tuvo para él una pregunta calificadora: "¿En verdad me amas?" El tema de la instrucción de Jesús era: "Apacienta mis corderos... Pastorea mis ovejas... Apacienta mis ovejas". Juan 21:15-17.

La nuestra es una relación de amor con nuestro Padre celestial. Está basada en su amor incondicional hacia nosotros según lo expresó a través de su Hijo. Es una relación en la cual somos llamados a amarnos unos a otros: a nuestro prójimo, a nuestros enemigos. Guiar como Jesús es siempre tratar de hacerlo motivado por el amor cuando aprovechamos nuestra influencia sobre los pensamientos, el comportamiento y el desarrollo de los demás.

Esto pudiera parecer un modelo impracticable e imposible de adoptar en vidas vividas en constante movimiento y con decisiones interminable de valores tomadas día a día. ¡Pero eso es, exactamente, a lo que hemos sido llamados a hacer! Incluso si derrotamos a los demonios del orgullo y del temor buscando servir en lugar de que nos sirvan, todavía enfrentamos la pregunta: ¿Cuál es la cosa de más grande que puedo hacer en este momento de mi liderazgo, mientras trato de guiar como Jesús? 

Hacer las cosas que expresen amor como principio de liderazgo requiere sabiduría, paciencia, valor, sacrificio y trabajo arduo. Pero si no podemos describirlo en términos conductuales, tampoco podremos medir nuestros éxitos y nuestros fracasos en forma significativa.

Al nivel de la conducta, las cosas que expresan amor varían ampliamente del hacer y hablar, al abstenerse de actuar y guardar silencio. En cuanto a intenciones se trata, el amor deberá ser una constante siempre presente. Jesús nos dejó un vasto tesoro de ejemplos de lo que significa actuar motivado por el amor, como guía. Piense en lo siguiente: Jesús sanó con un simple toque. Consoló con solo una palabra. Alimentó al hambriento. Consoló al equivocado y al derrotado. Se acongojó con los afligidos. Calmó al aterrorizado. Confrontó la falsedad y habló la verdad. Escuchó con compasión y discernimiento. Dedicó tiempo al débil y al desamparado. Fue a la cruz por todos nosotros.

En su Comentario a la Epístola a los Gálatas, Jerónimo, el historiador de la iglesia del siglo I, escribió lo siguiente acerca del apóstol Juan: "Cuando se quedó en Éfeso hasta una ancianidad extrema, y solo podía ir a la iglesia cuando sus discípulos lo llevaban en brazos, y era incapaz de articular muchas palabras, acostumbraba decir en sus varias reuniones nada más que esto: “Hijitos, ámense unos a otros”. A la larga, los discípulos y padres que lo escuchaban se cansaron de oír siempre las mismas palabras por lo que le dijeron: “Maestro, ¿por qué no para de decirnos siempre lo mismo?” “Es el mandato del Señor”, fue su réplica, “y si solo hacen eso, será suficiente”.

El liderazgo de servicio muestra a Jesús a otros. Cuando Pedro habló a la siguiente generación de dirigentes de la iglesia, insistió, diciendo: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey". 1 Pedro 5:2-3. No hay un plan B dado por Jesús a sus primeros discípulos ni a los modernos del día presente, en cuanto a cómo tenían que guiar y servir los unos a los otros. Él se sometió a la voluntad de su Padre para llevar a cabo completamente su única función como el cordero sacrificial por los pecados del mundo, y para ser el modelo perfecto para ser reproducido en las vidas de sus seguidores como un testimonio al mundo entero.

En la medida que vivimos diariamente en relación con los demás, cada decisión que hagamos para servir o para que nos sirvan adquiere una importancia adicional si nos mantenemos sensibles y conscientes de quién nos observa y a quién decimos que representamos. Vamos en el nombre de Jesús. El liderazgo cristiano de servicio es muy peculiar porque al contrario del liderazgo secular, el liderazgo cristiano es un llamado. Una selección. Dios nos llama, nos separa y nos impone una carga que demanda abnegación de parte de aquel que lo recibe y acepta.

El llamado a la predicación y al liderazgo cristiano es recibido por una selección amorosa de nuestro Dios para que llevemos este mensaje. Tal parece que a veces se nos olvida que nosotros llevamos en las venas, en el corazón y incrustada en el alma la tarea de comunicar con excelencia el mensaje de Dios. En otras palabras, nosotros, los que hemos sido escogidos por Dios somos la voz de Dios en la tierra y para nuestras iglesias.

El liderazgo cristiano de servicio es un medio para promover a los liderados. El liderazgo es responsable por el desarrollo de los otros. Líder cristiano es entonces alguien que entiende su vida como una oportunidad de servir a otros como expresión de su servicio a Dios. El líder verdadero es alguien quien, a partir de una conexión viva con Dios, ejerce una influencia Divina y provoca transformación. Bendiciones.

La presencia de la gloria de Dios en medio nuestro°


Conocer la gloria de Dios es una necesidad en todo creyente que desea ser guiado por el Espíritu Santo,  no se puede llegar a la plenitud de la vida cristiana sin esta incomparable experiencia. Moisés lo sabía. No se maravilló con los milagros, hay algo más grande que ellos. No tuvo satisfacción solo con tener la presencia de Dios a su lado. Fue más allá. Quiero tu presencia, tu respaldo, pero quiero conocer tu gloria.

Zacarías 2:1-13. RVR60. Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.

Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová. Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió. Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová. Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti. Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha levantado de su santa morada.

La gloria de Dios es una promesa consumada en el sacrificio de Jesús; no es algo reservado para cierto tipo de personas, esta es una bendición para todos aquellos que le buscan de corazón limpio, los que le anhelan y han sido lavados con la sangre preciosa del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. No son los milagros, no son las conversiones o los bautizados con el Espíritu Santo. No es un culto en bendición o fluido en alabanza. No es el fluir constante de los dones.

Éxodo 16:10. RVR60.  Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube. Éxodo 24:16. RVR60. Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. Éxodo 40:34. RVR60. Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Levítico 9:23-24. RVR60. Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y bendijeron al pueblo; y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo. Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.

La gloria de Dios se conoce en un plano personal, en un encuentro íntimo con El. Porque nuestro Dios es galardonador de aquellos que le buscan. Moisés conocía los milagros y el poder de Dios. Tenía la certeza de su Presencia, pero pidió algo más. La maravilla de este caminar es que siempre hay algo más. Conocer la Gloria de Dios le costó 40 días fuera de su entorno, fuera de su casa, de su comodidad. Es una intimidad con Dios. Una dependencia total, una disposición a Él. Necesitamos conocer la gloria de Dios en nuestra intimidad, esta no se conoce en un altar, no se conoce en un instante.

Existen dos requisitos fundamentales para conocerlo: Debemos tener un anhelo ardiente por conocerle, por adquirir su compañía y respaldo, pero esto no es suficiente sin lo siguiente. Una vida en santidad. Una vida apartada del pecado. Mi decisión y mi voluntad en un solo propósito agradar a Dios, vivir para El y morir por Él. Anhelar su gloria es alejarme del pecado. Si hay un anhelo ferviente de conocerle a Él, pero no una vida sin pecado, no podemos llegar a conocer su Gloria. 

Apocalipsis 21:22-27. RVR60. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Se requiere gente dispuesta a agradarle a El. Personas guiando a otras al camino de la santidad. No al emocionalismo o a lo espectacular. Urgen personas que vivan en integridad con Dios y no en falacias con ellos mismos. La Biblia nos enseña que el joven Samuel trajo la presencia de Dios de nuevo a Silo (1 Samuel 3:21). La vida de una persona atrayendo la obra magnifica de Dios a un pueblo que estaba alejado de Él. Si se pudo hacer en ese tiempo hoy también se puede lograr. Dios es el mismo no cambia, permanece para siempre y donde este una vida consagrada a El no tardara en manifestarse.

Como cristiano puedo guiar a otros a la presencia de Dios o apartarlos del lugar de adoración (Ezequiel 8:6). La gloria de Dios dejo el lugar de adoración (Ezequiel 10:4) porque la gente vivía en pecado. Traían adoración, celebraban la victoria. Pero en su intimidad agradaban a su carne y buscaban sus placeres. En un lugar así no puede habitar ni darse a conocer la Gloria de Dios. El Padre busca adoradores en espíritu y en verdad. Abarca todo lo que soy el adorar. Ezequiel 8:12 nos enseña que Dios no ignora lo que pasa en nuestra intimidad sea agradable a El o no. Dios no puede ser engañado y no pasa por alto nuestros actos. ¿Cómo puedo guiar a un lugar que no conozco? Jesús es el camino, el guía inequívoco de nuestra vida. Las personas requieren gente que viva como Jesús vivió, no enfrascados en cuestiones triviales como vestimentas o música. Una vida en santidad se refleja sin dejar lugar a nuestro orgullo.

Deja que Dios te muestre su gloria y esta se conoce en nuestra intimidad. No hay otro lugar, no hay otro momento. Él te está esperando a reservado un monte para ti. Un lugar de encuentro. Hoy es el tiempo. No son los años en la iglesia. No es el ministerio. Es en tu intimidad donde descubres las grandezas que Dios tiene para ti.

Nos hallamos frente a un tiempo en que muchos mantienen las glorias pasadas como carta de presentación, y entonces echan un velo sobre éstas para que los demás no vean que las mismas han ido decreciendo hasta dejar de existir; son éstos quienes emplean los conocimientos humanos y mediante ellos pretenden engañar al pueblo de Dios tal como nos dice la Palabra que hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas”.  Pedro 2:1-3. RVR60. 

Es tiempo de que el pueblo de Dios adquiera madurez espiritual en el Señor, dejando de alimentarse solamente con leche para hacerlo ya con alimento sólido, pues todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Hebreos 5:13-14. RVR60; es tiempo en que sea el mismo pueblo de Dios quien discierna los espíritus que se mueven a su alrededor a fin de tomar distancia de aquellos que solo les llevarán a la perdición y alejamiento del Señor.

Es lamentable ver como preciosos siervos del Señor permanecen errantes o en congregaciones donde no se predica la sana doctrina, y más lamentable es cuando vemos que lo hacen no por falta de conocimientos sino a consecuencia de que no permiten que sea el Espíritu Santo quien les redarguya e indique donde establecerse; no permiten que sea el Espíritu quien les guíe pues se sienten atraídos por las glorias aparentes que dan la antigüedad en la obra, el tamaño de la congregación, si la alabanza es bonita, o cuantas otras cosas irrelevantes, y sin darse cuenta, están desechando o postergando el ministerio o la obra de Dios en sus vidas. Son éstos los que han dejado que su pensamiento, la mente y el corazón se cubra con un velo que les impide ver más allá, y está dado fundamentalmente por la falta de conversión verdadera al Señor; ese velo es el que les impide ver la gloria verdadera del Espíritu manifiesta en sus vidas, la gloria que les brinda la libertad en Cristo, y se ocupa de ocultar aquellas que ya han sido abolidas por el Señor a consecuencia de resultar obsoletas o por haberse desviado de la sana doctrina sus poseedores.

Frente a esta realidad existente en el pueblo de Dios, es que nos resulta necesario estar muy atentos a la voz y guía del Señor a fin de podernos quitar el velo que nos ciega para impedirnos ver la gloria verdadera de Cristo, y que es la que nos lleva a andar de gloria en gloria, de victoria en victoria, en la libertad que solo Jesús nos puede brindar; son éstos los que Irán de poder en poder; (y) Verán a Dios en Sion”. Salmo 84:7. RVR60. 

Leamos la Palabra de Dios en 2 Corintios 3:11-17. RVR60.  Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.

En estos tiempos, como siervos de Dios vemos cómo preciosos ministerios son desechados o postergados por aquellos a quienes el Señor se los entregara, a consecuencia de permanecer obnubilados por lo que un día vieron, o con su conocimiento embotado como dice la Palabra en lo literal de la Palabra escrita que les mantiene aún en el Antiguo Testamento, pero lejos del Espíritu que vino a derramar Jesucristo en el Nuevo Testamento; eso les impide su desarrollo espiritual y hacer la obra del Señor en plenitud, ya que nos dice la Escritura que “recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. Hechos 1:8. RVR60. 

Cuando Moisés descendió de hablar con Dios, su rostro resplandecía de tal manera que debió cubrirlo con un velo pues el pueblo no podía soportar tal resplandor, y ese velo permanece sobre el corazón de los judíos cuando leen la ley, eso les impide ver la gloria de Jesucristo; pero hay también un velo que cubre el corazón y la mente de aquellos que se quedaron soñando con el tiempo pasado, con la rigidez de la Ley que comenzaba a fenecer al tiempo que Jesús crecía para mostrar su gloria, ya que “aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Juan 1:14. RVR60. 

La gloria del viejo pacto era pasajera, poco a poco iba palideciendo tras el velo que cubría el rostro de Moisés; y no tan solo que se eclipsa frente a la gloria del evangelio, sino que llega a desaparecer ante la eternidad del nuevo pacto establecido por Dios y sellado con la sangre de Jesucristo. Y cuanto creyentes han endurecido sus mentes por no comprender que toda la gloria del pasado es transitoria, pasajera como la manifestación de la gloria en el rostro de Moisés; cuantos hay que se niegan a reconocer que deben avanzar hacia los nuevos horizontes y servicios que el Señor les presenta; cuantos se niegan a avanzar aun conociendo la dirección que el Espíritu les marca, sabiendo que allí les espera la bendición y la culminación de la obra de Dios en sus vidas; sucede que un velo cubre su mente y corazón, el velo de la desobediencia y rebeldía.

“Y aun hasta el día de hoy, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará” vs 15-16; es la remoción del velo producida por una verdadera conversión la que brinda la posibilidad de ver y disfrutar la gloria del Señor, es la vivencia del Señor en nuestro interior la que nos vivifica, 1 Corintios 15:45. RVR60 , llevándonos de gloria en gloria y de victoria en victoria pues solo llenos del Espíritu Santo obtendremos el poder necesario para cumplir con nuestra misión en Cristo en su plenitud, Hechos 1:7-8. RVR60. 

Es la conversión, humildad y obediencia la que te permitirá ver la gloria de Dios en tu caminar cristiano, tanto en tu vida terrenal como en tu ministerio o trabajo para el Señor; entonces “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:1-4. RVR60 

Quita ahora el velo que te impide ser lleno del Espíritu Santo y del poder de Dios, recuerda que eres su templo, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”. 1 Corintios 6:19. RVR60, y que “donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. 2 Corintios 3:17. RVR60, para servirle como y donde Él te lleve para que puedas ver su gloria.
  
Moisés debió cubrir su rostro con un velo para que la gloria de Dios que reflejaba no hiciera daño al pueblo, y ese mismo velo es el que cubre los corazones de aquellos que se niegan a dejarse guiar por el Espíritu Santo hacia el lugar correcto, al sitio en donde serán bendecidos y desarrollarán el propósito para ellos establecido por el Señor. La mente de muchos siervos y siervas del Señor se halla embotada detrás del velo que el enemigo extiende frente a sus ojos para hacerles creer que detrás se encuentra aún la gloria de Dios; Pablo nos dice que quitemos el velo, que dejemos de pensar en la gloria del pasado, ya que ésta, junto con la Ley, se ha agotado en cuanto a su utilidad para dar paso a la gloria manifiesta de nuestro Señor Jesucristo.

La gloria pasada debía ser velada por cuanto el pueblo no tenía capacidad para contemplarla, pero cuando Jesús murió, el velo fue rasgado de arriba abajo y la gloria de Dios se manifestó en plenitud de gracia y amor, y los cristianos pueden ahora ver la gloria sin velo, y esto es lo que les hace cambiar “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”.  Efesios 4:13-15. RVR60. 

Es tiempo de que los cristianos quitemos el velo de nuestro corazón y de nuestra mente para permitirnos ver a Jesús; es ahora cuando los creyentes debemos despojarnos “de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Hebreos 12:1-2. RVR60. 

Ha llegado el tiempo en que los verdaderos hijos de Dios sean obedientes a los mandatos del Señor y dejen de esconderse tras el velo de lo que vieron en el pasado, del anhelo de pertenecer a una multitudinaria congregación, o desarrollar un ministerio solamente en donde  haya cientos o miles; es tiempo que hagamos como Pablo, quien “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:13-14. RVR60. 

Es tiempo de quitarnos el velo para ver la verdadera gloria de Dios, caminando hacia nuestro ministerio en la guía del Espíritu Santo, y con nuestra mirada puesta en que “nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. 2 Corintios 3:18. RVR60. 

La Biblia muestra claramente que es posible que un verdadero discípulo de Jesucristo vea y entienda la gloria de Dios. Juan 4:23. DHH. Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran. Ciertamente, nuestro Señor revela su gloria a todo aquel que la pide y busca diligentemente.

Creo que la revelación de la gloria de Dios viene para equipar al pueblo de Dios, a su iglesia, la que fue redimida por la sangre de Cristo, la que el Señor conoce, a la iglesia a la que ha comisionado para hacer la obra del ministerio que es la predicación del evangelio, la edificación del cuerpo de Cristo para hacer la obra del ministerio que es la salvación de almas, porque muchos se dicen ser cristianos pero realmente no viven vidas de santidad, amor y obediencia a Dios de acuerdo a las enseñanzas de la Biblia.

Mateo 7:21-23. RVR1960. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Juan 14:15. LBLA. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.

Pablo declara que esa revelación es "...para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados." Hechos 20:32. RVR60.

Contrario a la creencia de algunos cristianos, la gloria de Dios no es una manifestación física. Tampoco es un aura sobrenatural o luz angelical. Sencillamente, la gloria de Dios es una revelación de su naturaleza y atributos a aquellos que le buscan de corazón. El Señor mismo define Su gloria de esta manera en las escrituras. Por lo tanto, cuando oramos, "Señor, muéstrame tu gloria," en realidad estamos orando lo siguiente, "Padre, revélame quien eres." Y si el Señor nos da una revelación de su gloria, es una revelación de cómo Él quiere ser conocido por nosotros.

Isaías 61:1-11. RVR60. El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores.

Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo. Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová. En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.

Si has tenido una revelación de la gloria del Señor, sabes lo que significa probar su amor, misericordia y perdón. Y eres cambiado por esa gloria. Ahora el Señor nos dice: toma esa gloria y brilla en el mundo a tu alrededor. Es tiempo para actuar en amor, como el Señor ha hecho por ti y por mí. Bendiciones.